El Black Friday no es solo una fecha para ahorrar; también es un fenómeno que juega con la forma en que tomamos decisiones. Según un estudio publicado por el sitio web The Conversation, las ofertas de esta temporada activan respuestas automáticas en nuestro cerebro, llevándonos a comprar impulsivamente. La presión del tiempo, los avisos de stock limitado y las gangas ‘por tiempo limitado’ son tácticas diseñadas para acelerar nuestras decisiones sin pensar demasiado.
Esto ocurre porque, bajo presión, el cerebro reduce la cantidad de información que necesita antes de tomar una decisión. Normalmente, cuando evaluamos una compra, comparamos precios, características y opiniones. Sin embargo, en el Black Friday, las alertas como ‘¡solo quedan tres!’ o ‘oferta por hoy’ crean una sensación de urgencia que nos impulsa a actuar rápido, dejando de lado detalles importantes. Este mecanismo se conoce como el ‘trade-off entre rapidez y precisión’, donde priorizamos la velocidad sobre la calidad de nuestra elección.
Aunque estas estrategias pueden ser útiles en situaciones de emergencia (como escapar de un peligro), durante el Black Friday suelen llevarnos a gastar más de lo planeado. Saber cómo funcionan estas dinámicas puede ayudarnos a mantener el control y evitar caer en compras innecesarias. Al final, lo que parece una oportunidad única puede terminar siendo un gasto impulsivo que no necesitábamos.
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Qué debes saber
- El cerebro humano tiende a tomar decisiones rápidas cuando siente presión o escasez.
- Tácticas como ‘stock limitado’ y ‘tiempo restringido’ están diseñadas para aumentar las ventas.
- Comprar bajo presión puede llevarnos a ignorar factores clave como garantías o calidad.
- Planificar con anticipación y establecer límites ayuda a evitar gastos impulsivos.
Contenido generado con IA y editado por el equipo editorial.
Foto: Archivo FOLOU.