Un estudio llevado a cabo por la Universidad de Rutgers dice que las personas están más dispuestas a mentir cuando utilizan un computador portátil en lugar de un teléfono inteligente.
De acuerdo con el estudio, varias de las pruebas demostraron que, ciertamente, las personas eran propensas a mentir, pero los usuarios de computadoras portátiles lo eran mucho más.
El 82% de los participantes de computadoras portátiles fueron más mentirosos, en comparación con el 62% de los usuarios de teléfonos.
Es de señalar que este tipo de estudios no puede predecir cómo se desarrollará el comportamiento en la vida real, pero ofrecen más evidencia de las formas sutiles en que la tecnología puede alterar el comportamiento humano.
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Las pruebas realizadas
- Se hizo un ejercicio del juego ‘tómalo o déjalo’. En este juego se le dice a un jugador que recibirá una determinada suma de dinero, parte de la cual debe dividirse con un compañero. No obstante, el jugador puede ofrecerle a su compañero una cantidad de dinero menor al total que en realidad se tiene. De esta forma, puede quedarse con una mayor parte del dinero.
- La muestra incluyó a 137 profesionales universitarios.
- A los participantes se les dijo que ganarían 125 dólares si su compañero asignado al azar aceptaba el trato propuesto por ellos. La mitad de los participantes usó una computadora portátil, mientras que el resto participó con sus teléfonos inteligentes.
- La mayoría de los participantes mintió, pero los que usaron laptops mintieron aún más que los que usaban teléfonos inteligentes. En promedio, los que usaron computadores afirmaban que el total del dinero era 20 dólares menos que el monto original.
¿Por qué las personas que usan computador mienten más?
Para averiguar el porqué de este comportamiento, los investigadores preguntaron a los participantes sobre sus asociaciones con cada dispositivo y encontraron un patrón consistente.
Los teléfonos desencadenaron asociaciones con amigos y familiares, y los computadores portátiles generaron pensamientos sobre el trabajo, el éxito y los logros, que investigaciones anteriores han demostrado que pueden desencadenar un comportamiento poco ético.
Imagen: Universidad de Rutgers