Pensar es una de las pocas actividades que nunca dejamos de realizar. Nuestro cuerpo lo hace de manera inconsciente y al hacerlo tomamos decisiones cruciales que pueden ayudar a determinar nuestra salud mental.
Actualmente, el pensamiento es una de las variables más utilizadas por los psiquiatras para evaluar las condiciones y la salud mental de un paciente pues, los pensamientos son numerosos y a menudo tienen diferentes cualidades en diferentes instancias.
En esta oportunidad, David Stephen psiquiatra y profesor de neurociencia de la Universidad de Tarragona, España, presenta un estudio que explora la realidad virtual (VR) como una opción para evaluar la salud mental y las enfermedades mentales basándose en el pensamiento y la memoria.
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¿Cómo la realidad virtual podría ofrecer una mejor evaluación de la salud mental?
En primer lugar, el estudio toma en cuenta el pensamiento y la memoria como la construcción de células y moléculas del cerebro para las experiencias humanas pues, el cerebro puede determinar la salud mental en función de cómo se transporta el pensamiento.
De hecho, hay problemas mentales en los que los pensamientos son demasiado rápidos, demasiado lentos, demasiado repetitivos, demasiado incitadores, demasiado dispersos, entre otros, lo que quiere decir que dependiendo del patrón del pensamiento cabe la posibilidad de la existencia de una enfermedad mental.
En este sentido, se da una apertura para que la realidad virtual con un modelo conceptual sobre el transporte del pensamiento en el cerebro pueda mostrar orden y desorden. De esta forma, se puede saber dónde están los pensamientos cuando alguien grita, sonríe, está interesado, desinteresado, asustado, parcial, deprimido, ansioso, etc.
La realidad virtual también puede mostrar cómo la ansiedad lleva a las sensaciones físicas, o cómo hay divisiones tempranas en las áreas de la memoria, mostrando rayos de expectativa y decepción, que exceden los términos de codificación y procesamiento predictivo.
Con respecto a la memoria, se teoriza que la interpretación en la corteza cerebral es saber, sentir y reaccionar.
El saber es memoria. La memoria almacena el pensamiento en paquetes micro y macro. Micro con la menor información posible sobre las cosas, macro con una colección de similitudes entre los micro.
Los microtransmisores de la memoria en diferentes secuencias pueden almacenar la determinación de qué sentir, recordar, desear, etc., antes de que el pensamiento se dirija al destino del sentimiento y luego a la reacción.
Un ejemplo de ello es que la transmisión de estos micro almacenes puede tener contacto con el macro almacen de la memoria que contiene el sentimiento de ‘ira’ y así la persona puede sentirse de esa manera por algo, similar a la forma como se siente alguien al recordar algo que le genera trauma. De esta manera, los pensamientos adquieren propiedades junto con los contactos o las visitas y estos a su vez se pueden mostrar con VR, dándole una solución exclusiva en el avance de la atención, cambiando el futuro de la psiquiatría .
Lo anteriormente descrito es lo que plantea Stephen en su estudio publicado en troic.medium.
Hasta el momento, se continúa investigando este enfoque para su posterior aplicación en el diagnóstico de enfermedades mentales y determinación de la salud mental.
Imagen: FOLOU