Desde los inicios de la computación, siempre se ha buscado que puedan tener nuestros 5 sentidos. Se ha logrado que los computadores puedan oír, ver y hasta tener tacto. Pero, ¿qué hay de oler? Gracias a la computación neuromórfica eso ya es posible.
Intel labs, en conjunto con la Universidad de Cornell, ha desarrollado un procesador, llamado Loihi que según un comunicado de la compañía, posee una estructura interna que imita el comportamiento de las neuronas del cerebro en el momento que los seres vivos perciben los olores.
Esta característica permitirá hacer detecciones más precisas de sustancias ilegales en aeropuertos, pasos fronterizos, aduanas e incluso en la medicina para detectar enfermedades.
Así es cómo funciona la computación neuromórfica en Loihi
- En el momento que un ser vivo percibe un olor, este es captado y transmitido al cerebro gracias a las células de la nariz. Posteriormente, el cerebro crea una sensación específica ‘de olor’ en un grupo especifico de neuronas.
- Este comportamiento ocurre de la misma forma en Loihi, ya que posee una estructura interna, similar a la del cerebro, que se activa de forma específica para cada tipo de olor.
- Estos patrones permiten que, por medio de Inteligencia Artificial, pueda aprender las representaciones neuronales para cada olor específico y las clasifique, incluso si hay variaciones leves. Por ejemplo, dos fresas que se hayan cultivado en regiones totalmente diferentes.
- Durante las pruebas de laboratorio, logró detectar 10 olores diferentes bajo ‘altos niveles de interferencia’.
- El desarrollo de Loihi representa un gran avance en la computación neuromórfica. No obstante, esta rama multidisciplinaria de la computación tiene un largo camino por recorrer antes de resolver problemas más complejos del mundo real, más allá del laboratorio.
Imagen: Intel.