La nube híbrida se está convirtiendo en una respuesta estratégica para las organizaciones que buscan agilidad y control sobre sus datos. Este modelo permite combinar lo mejor de la infraestructura local y los entornos en la nube, según las necesidades de cada empresa.
En este proceso de adopción, uno de los principales desafíos es garantizar que la información esté siempre protegida y disponible. Las empresas no solo deben mover datos, sino también integrar esquemas de respaldo, seguridad y recuperación sin comprometer su operación.
Según Veeam, el 98% de las organizaciones ya usa alguna funcionalidad en la nube para proteger su información. Aun así, muchas no logran una implementación efectiva, lo que limita su capacidad de respuesta ante incidentes o ataques.
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Retos comunes en la protección de datos en la nube híbrida
- Las copias de seguridad no siempre restauran los servidores con rapidez suficiente.
- La conexión constante a los sistemas se vuelve crítica para mantener operaciones.
- El crecimiento de los datos exige mayor capacidad de almacenamiento y gestión.
- Las amenazas digitales afectan a entornos que no tienen respaldo actualizado.
- La administración se complica cuando hay múltiples plataformas desconectadas.
- La escalabilidad limitada frena el desarrollo de nuevos productos o servicios.
- La gobernanza se debilita sin visibilidad ni control centralizado de los datos.
- La falta de integración entre sistemas crea puntos vulnerables en la infraestructura.
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