En la actualidad, los ciberataques están en aumento y afectan a diversos sectores. El sector educativo, en particular, es uno de los principales objetivos de los ciberdelincuentes a nivel mundial. Las instituciones educativas manejan grandes cantidades de datos sensibles, como información personal de estudiantes, registros académicos y propiedad intelectual, lo que las hace vulnerables.
Muchas de estas instituciones carecen de soluciones de seguridad robustas para proteger sus sistemas. Según el Foro Económico Mundial, en 2023, solo el 4% de las organizaciones en Colombia se consideraban seguras frente a accesos no autorizados y ataques cibernéticos.
Alexander Ramírez Duque, presidente de Frontech, una empresa mayorista de seguridad informática, señala que una de las principales consecuencias de estos delitos es el robo de información confidencial, lo que puede llevar a la exposición de datos sensibles y facilitar la suplantación de identidad.
En este contexto, en colaboración con Frontech, analizamos tres deficiencias clave en la seguridad del sector educativo y cómo pueden ser abordadas.
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Tres deficiencias de seguridad en la educación y cómo resolverlos
Falta de concientización y formación
Existe una brecha en el conocimiento sobre prácticas efectivas de protección de datos entre estudiantes y personal educativo. Las instituciones a menudo carecen de políticas claras para comunicar estas prácticas, aumentando el riesgo de ciberataques. La solución incluye educar a todos los miembros de la institución sobre cómo reconocer correos electrónicos fraudulentos, utilizar contraseñas seguras y manejar dispositivos de manera responsable. También es fundamental establecer políticas y procedimientos de seguridad cibernética, implementando buenas prácticas para reducir la exposición a posibles amenazas.
Infraestructura desactualizada
Muchas instituciones educativas siguen utilizando sistemas operativos y software antiguos que no reciben actualizaciones de seguridad. Además, la falta de inversión en tecnologías de seguridad y la actualización de infraestructura representan una debilidad significativa. La solución consiste en actualizar regularmente la infraestructura tecnológica, asegurando que los sistemas operativos, aplicaciones y software estén equipados con los últimos parches de seguridad para reducir posibles vulnerabilidades. Asimismo, la implementación de sistemas de detección de intrusiones permite monitorear y bloquear actividades sospechosas, ayudando a prevenir y detectar ataques de manera temprana.
Desafíos con la enseñanza virtual
La transición a la enseñanza virtual ha incrementado la exposición a amenazas cibernéticas, afectando la privacidad de los estudiantes y las dinámicas de comunicación. Para enfrentar estos desafíos, es importante implementar simulacros de incidentes de seguridad para evaluar la efectividad de los planes de contingencia y la respuesta del personal. Se debe designar un equipo preparado para actuar rápidamente en caso de una violación de seguridad y manejar posibles ciberataques. Además, realizar copias de seguridad de los datos críticos garantiza que, en caso de un ataque, los sistemas y la información puedan ser restaurados.
Foto: Archivo FOLOU