Científicos de la Universidad Tecnológica Nanyang (NTU), Singapur, China, crearon un sistema que permite evaluar la frescura de las carnes y otros alimentos. La técnica consiste en la utilización de dos elementos. El primero es una etiqueta que se adhiere a los empaques, la cual cambia y refleja una serie de colores dependiendo del nivel de descomposición de la comida. El segundo es una aplicación móvil que, usando la cámara del teléfono, envía a un servidor una foto del patrón de colores para su análisis. Luego, la app indica si la carne puede estar descompuesta.
Según la publicación del estudio, el secreto consiste en que la etiqueta tiene una matriz de líneas que cambian de color dependiendo de la existencia y concentración de ciertos componentes. Cuando son leídos por la aplicación, se determina si ese ‘cóctel’ de químicos pertenece a una comida descompuesta o comestible. Así, lo compararon con una nariz electrónica (E-Nose), porque los seres con sentido del olfato perciben diferentes compuestos químicos en el ambiente, pero el cerebro es el que les dá el significado. Dicho de otra manera, los olores son ‘percibidos’ por la etiqueta para que la cámara del teléfono junto a la aplicación permitan que se interpreten como lo haría el cerebro.
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Qué debes saber
- Durante los experimentos, explicó la universidad, la aplicación acertó el 100% de las veces la detección de carne descompuesta y el 96% al 99% las mediciones del nivel de frescura. De este modo, se puede saber si la etiqueta que indica la fecha de vencimiento está en lo correcto.
- Antes les habíamos hablado de unas tiras inteligentes para detectar la comida descompuesta, pero estas no usaban una aplicación móvil.
- La etiqueta reactiva es capaz de detectar amina, amoniaco, trimetilamina, putrescina y cadaverina. Dichos compuestos son comunes en los procesos de descomposición (y responsables del mal olor también).
- Cuando las personas perciben un olor, el cerebro recopila estas respuestas y las organiza en patrones. De esta forma, es como realmente nosotros podemos saber si el olor pertenece a comida podrida o fresca.
- La tecnología aplicada usa ‘redes neuronales convolucionales profundas’ (CNN), las cuales fueron entrenadas con distintos patrones de colores.
- Las CNN, dijo la organización Código Fuente, filtran los datos de entrada a través de una enorme cantidad de decisiones. Estas son de alto nivel de complejidad y se utilizan para reconocer patrones complicados como la voz o el rostro.
- Debido a los buenos resultados, los investigadores patentaron su invención. También, están trabajando con una empresa en el ramo de la agroindustria de Singapur para incluirlo en sus productos alimenticios. Y así, sus clientes puedan usar la aplicación para saber si la carne que se quiere comprar está descompuesta.
«La naturaleza biodegradable y no tóxica de los códigos de barras también significa que pueden aplicarse de manera segura en todas las partes de la cadena de suministro de alimentos para garantizar la frescura de los alimentos».
Chen Xiaodong , director del Centro Innovador para Dispositivos Flexibles en NTU
Imagen: NTU.