Existe una explicación científica detrás del hecho de que muchas personas, especialmente padres y madres, disfrutan del olor de sus bebés. Un grupo de científicos japoneses se encargó de llevar a cabo esta investigación en la que participaron 5 madres con sus hijos recién nacidos.
Para entender este fenómeno, los científicos recogieron muestras de la cabeza de cada bebé y del líquido amniótico de cada madre. En el estudio de las muestras, consiguieron un total de 37 compuestos químicos asociados con el olor, como aldehídos, hidrocarburos y óxidos carbónicos. Pero, cada prueba (entre los bebés y el líquido amniótico), mostró distintos patrones en su composición, únicos para cada uno.
Finalmente, probaron con un grupo de 62 estudiantes las diferencias marcadas en cada olor. Esa prueba consistía en oler una muestra y comparar su olor con otras, sin saber cuál era la misma que acababan de oler. En el caso de los bebés, más del 70% reconoció el aroma único. Pero, en el caso del líquido amniótico solo un 55% reconoció su par. Entonces, tomaron en cuenta un estudio internacional de 2013, que reveló que cuando una mujer huele a su bebé libera dopamina en su cerebro, un neurotransmisor asociado a las adicciones. Con esto, concluyeron que cada uno de esos componentes químicos que tiene, especialmente la cabeza de cada bebé, explicaría la sensación de placer en sus padres equivalente, por ejemplo, a comer una cucharada de su postre favorito.
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Algo más sobre el estudio del olor de bebés
- A los recién nacidos les colocaron una pequeña gorra de mono-silicona, algo así como los gorros que se utilizan para natación. De esta forma pudieron guardar el olor de sus cabezas sin llegar a causarles estrés.
- En la prueba final las mujeres pudieron reconocer los olores con mayor eficacia (73%) que los hombres (36%).
- Para los investigadores de este estudio, el resultado podría tener una explicación evolutiva. En este sentido, dicen que las madres, en especial, reciben el olor de sus bebés como una recompensa debido a la dopamina liberada en sus cerebros. Por lo tanto, esa sensación de placer podría ser un factor que empuja a la mujer de manera natural a cuidar de su bebé.
Imagen: Mikael Stenberg, vía Unsplash