El computador biológico funciona con agua y sal, es decir, con el mismo combustible que usa el cerebro para procesar información compleja.
La IA que predice ataques cardíacos se centra en detectar daños causados por la inflamación de arterias no visibles por otros estudios.
La tela de seda creado por el MIT reduce las ondas de vibración en un 95%, lo que se traduce en una atenuación del sonido del 75%.
Este gel que disminuye los efectos del alcohol en la sangre tiene un efecto de hasta en un 50% y ayudar a proteger el cuerpo del daño.
La idea de los implantes cerebrales para generar percepciones visuales artificiales no es nueva y se remonta a la década de 1970,.
Los investigadores señalan que el parche traducen en voz mediante un algoritmo de aprendizaje automático, una forma de IA, los movimientos.
Por el momento, la IA para detectar el cáncer de páncreas está vinculada a los laboratorios del MIT y a pacientes en los EE. UU.
La creación del equipo se parece mucho a la melanina natural, en la medida en que parece ser tan biodegradable y no tóxica para la piel.
Los investigadores descubrieron que su piel bioimpresa era capaz de acelerar la cicatrización de heridas con menos cicatrices de lo habitual.
El tratamiento es un fármaco de anticuerpos que detiene las proteínas de la boca que normalmente suprimen el crecimiento de los dientes.