Pioneras de la tecnología: mujeres que transforman el mundo

Sarah Jerez

, INTERNET

El 28 de junio de 1969, la ingeniera Margaret Hamilton presentó el código que llevaría al Apolo 11 a la Luna en la primera misión tripulada. Su trabajo en la programación de este software de navegación no solo hizo historia, sino que demostró el impacto de las mujeres en la tecnología, que por años se había visto relegado a un segundo plano.

El ejemplo, ya con varias décadas como referencia, es apenas un recordatorio de que la innovación no tiene género y de que ellas han estado detrás de algunos de los avances más importantes de la humanidad. Es más, gracias a su trabajo es que hoy tenemos una industria que se ha transformado por completo, confirmando su aporte y liderazgo.

Veamos el caso de Sandra Rivera, gerente general del Centro de Datos y el Grupo de IA de Intel. Metida en un campo que, en su mayoría, está dominado por hombres, Sandra ha sido clave en la estrategia de inteligencia artificial (IA) de la compañía, promoviendo avances que redefinen la forma en que interactuamos con la tecnología. Su visión ha llevado a Intel a consolidarse como un referente en centros de datos y soluciones impulsadas por IA.

En la misma organización ya teníamos como referente a Diane Bryant. Como vicepresidente ejecutiva del Grupo de Centros de Datos de Intel, lideró el crecimiento exponencial de esta división y llevó a que la empresa se convirtiera en un socio clave para gigantes como AWS. Su enfoque estratégico y su capacidad para impulsar la adopción de innovaciones esenciales para la evolución de la infraestructura digital que hoy sustenta nuestras interacciones diarias.

Alguien más que se suma a estas poderosas es Ginni Rometty, expresidente mundial de IBM. En el ámbito de la computación en la nube, Rometty dejó una huella imborrable. Además de haber sido la primera mujer en ocupar este cargo, durante su liderazgo IBM integró la inteligencia artificial en sus soluciones empresariales, además de llevar la computación a otro nivel con Watson, la plataforma de IBM diseñada para procesar y analizar grandes volúmenes de datos para optimizar procesos en múltiples industrias.

Así mismo, apostó por la nube como el futuro de la transformación digital, sentando las bases para un modelo de negocio que hoy domina el mercado tecnológico. Su legado sigue presente en cada creación que impulsa IBM y en la inspiración que deja para futuras generaciones en las áreas STEM (Science, Technology, Engineering and Mathematics).

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Una oportunidad para la industria

El impacto de estas mujeres ha sido reconocido en múltiples ocasiones. Pero más allá de los títulos y premios, su trayectoria deja una enseñanza clara: necesitamos más líderes que, como ellas, rompan esquemas, desafíen lo establecido y abran camino para las próximas generaciones. Sus acciones demuestran la capacidad del género femenino para llevar las riendas e innovar en el sector. De igual manera, evidencian algo aún más relevante: su participación es un factor clave para el crecimiento y la competitividad de las organizaciones, confirmando que la diversidad en la toma de decisiones es un valor social y, a su vez, una ventaja competitiva.

Distintos estudios afirman que aquellas empresas que cuentan con diversidad de género en sus equipos de trabajo tienen un verdadero diferenciador de negocio. La firma de consultoría McKinsey & Company encontró que las organizaciones que priorizan la diversidad en sus equipos tienen un 39% más de probabilidades de obtener mejores resultados financieros que las que no lo hacen. A la par, el Foro Económico Mundial señala que cuando las compañías fomentan culturas inclusivas pueden generar hasta un 20% más de innovación y un incremento similar en los ingresos. Y es que cuando hay más mujeres en tecnología, hay más cambios, mejores decisiones y mayores oportunidades de crecimiento.

Sin embargo, para que esto sea una constante y no solo casos aislados, es necesario seguir trabajando en la eliminación de barreras que limitan su acceso y desarrollo. Las cifras siguen evidenciando la brecha de género en el sector. Según la UNESCO, solo el 35% de los estudiantes de STEM en el mundo son mujeres, y en algunas áreas como la inteligencia artificial, su representación es aún menor. Los datos coinciden con el estudio de empleabilidad y talento digital 2024, realizado por la Fundación VASS, que revela que solo el 22% de las que trabajan en la industria lo hace en puestos relacionados con la IA.

A su vez, un informe de McKinsey reportó que, a nivel mundial, ellas ocupan el 29% de los cargos directivos globales, pero en este segmento solo el 11% de los puestos ejecutivos está en sus manos. Los números nos dan una señal de que, aunque hay avances, la equidad de género sigue siendo un desafío. La falta de referentes, el sesgo en la contratación y la dificultad de ascender a posiciones de liderazgo siguen limitando su crecimiento profesional.

Por eso, destacar a pioneras como Rivera, Bryant y Rometty no es solo un ejercicio de reconocimiento, sino una forma de visibilizar el impacto que puede tener el género femenino en este contexto cuando se abren oportunidades. Celebrar sus logros es también un llamado a seguir impulsando políticas de inclusión, programas de mentoría y espacios que permitan que más mujeres comanden la transformación digital del mundo.

El futuro debe construirse con talento diverso. Si queremos ver avances más rápidos y sostenibles, es fundamental que las próximas generaciones cuenten con modelos a seguir, porque la innovación no solo depende de los avances tecnológicos, sino de quienes los hacen posibles.

Por: Juliana Hurtado, directora de Ventas de Consumo para Latinoamérica de Intel y Country Lead de Intel Colombia.

Foto: Freepik.

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