Wuolah es una aplicación web en la que estudiantes y profesores pueden compartir sus apuntes y tareas aprobadas. Si un tercero se interesa en descargar alguno, puede decidir entre pagar una bonificación o ver publicidad del sitio. Así, la plataforma brinda la oportunidad de generar ingresos por la cantidad de descargas que tenga el portafolio de cada usuario.
De acuerdo con El País, algunos profesores no están de acuerdo con esta plataforma, ya que se presta para plagio. Ellos señalaron que algunos contenidos tienen sus clases dadas textualmente, por lo que son de su propiedad. Dichos contenidos violan la política de derechos de autor y los estudiantes generan ingresos gracias a sus trabajos copiados. Enrique Ruiz, uno de los fundadores de Wuolah, informó que los apuntes que infrinjan la ley de propiedad intelectual serán borrados.
Cada persona puede realizar el reclamo correspondiente y el contenido que se compruebe como plagio será eliminado del sistema. Ruiz señaló que ante cualquier asunto legal contra la empresa o un estudiante se debe ir directamente al departamento legal de su país. Actualmente, este servicio está disponible en España, México e Italia, pero si deseas utilizar la plataforma y no eres de esos países, puedes registrarte como estudiante de algún instituto español, mexicano o italiano.
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Lo que debes saber sobre Wuolah
- El portal web te paga una comisión por descargas realizadas de tus apuntes. Para retirar el dinero de la plataforma debes tener un mínimo de 20 euros. Ruiz dijo que sólo el 9% de los usuarios lo han logrado. Sin embargo, espera que estos puedan ganar un mínimo de 100 euros al mes.
- Enrique Ruiz informó que están estudiando la posibilidad de incluir videos como parte del contenido educativo.
- Los alumnos han destacado que la plataforma es una forma de aprovechar y generar ingresos. Los periodos educativos no son gratuitos y es una forma de sopesar el gasto.
«Es una página muy sugerente, pero se puede convertir en un campo de minas. Parece muy colaborativa pero hay perjudicados. El profesor se esmera en mejorar las clases, en meter nuevas referencias. Falta una cultura de la propiedad intelectual. No se ve infracción cuando uno se aprovecha de la creatividad de otros porque es algo inmaterial».
Javier Díaz de Olarte, jefe del departamento jurídico de Cedro.
Imagen: Wuolah.
Por Arturo Mujica.