La transformación digital está llegando a todas las industrias colombianas y el campo no se queda atrás. Sin embargo, la digitalización agrícola se está convirtiendo en una necesidad por la cantidad de desafíos que enfrentan a diario.
La gestión de recursos naturales limitados, la optimización de los costos, y la dependencia de factores externos como el clima y las fluctuaciones del mercado, están llevando a las empresas del sector agro a adoptar herramientas como los sistemas ERP.
Estas plataformas permiten optimizar procesos, gestionar operaciones, centralizar y automatizar diversas áreas. Así, la industria está no solo adaptándose a los desafíos, sino que al tiempo aumentan su competitividad en el mercado.
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Digitalización agrícola: beneficios de los sistemas ERP
- Los ERP permiten al sector agrícola tener controlada su cadena de suministro, optimizan la asignación de insumos y productos, y reducen los costos asociados.
- Ayudan a garantizar la calidad de los productos y el cumplimiento de normativas asociadas. Gracias a la trazabilidad solucionan los desafíos de seguimiento a diferentes lotes.
- Predicen la demanda evitando pérdidas por exceso o escasez.
- Automatizan los procesos administrativos como la facturación, la contabilidad y el manejo de nómina.
- Estas plataformas condensan datos precisos en tiempo real, lo que otorga la capacidad de tomar decisiones más inteligentes basadas en datos.
- Monitorea y controla el uso de recursos para que las organizaciones puedan ajustar estrategias, implementar prácticas sostenibles y cumplir con las normativas ambientales.
- Defontana, proveedor de sistemas ERP, indica que estas plataformas aumentan la eficiencia, alivian la carga de trabajo manual y reducen la posibilidad de errores.
‘La implementación de un ERP como el de Defontana no solo transforma la forma en que las empresas agrícolas gestionan sus operaciones, sino que también las prepara para enfrentar los desafíos futuros del sector. Esta transformación va mucho más allá de la simple automatización de procesos; implica una reingeniería completa en la forma de tomar decisiones, optimizar recursos y adaptarse a las cambiantes condiciones del mercado y del entorno global’.
María Victoria Delgado, gerente de Defontana