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Tecnología y sostenibilidad: un matrimonio por el futuro del planeta

El futuro de nuestro planeta pasa por las decisiones que tomamos hoy. Como individuos y como empresas debemos adoptar prácticas para reducir el impacto ambiental y promover procesos responsables. De esto se trata el desarrollo sostenible, un término del cual hablamos hace ya unas cuatro décadas y que busca no solo disminuir el impacto actual de las acciones del ser humano en el planeta, sino poder pensar en que las futuras generaciones tengan los recursos ambientales necesarios para satisfacer sus necesidades.

En este contexto, la industria tecnológica ha comenzado a liderar acciones con miras a adoptar una postura mucho más activa frente al tema. Esto, teniendo en cuenta que también es un sector que está en el ojo del huracán por los mismos retos que plantea su operación.

El reporte Global E-waste Monitor, de las Naciones Unidas, da cuenta que, para el 2030, la basura electrónica global llegará a 74 toneladas métricas, casi el doble de lo producido en 2014. A su vez, datos de la consultora ResearchGate predicen que el sector será el causante del 14% de las emisiones globales de carbono para el 2040.

Así, cada paso en el ciclo de vida tecnológico tiene un impacto ambiental. Por tal razón, con la adopción de iniciativas sostenibles, las compañías de tecnología pueden disminuir de manera significativa su huella de carbono y minimizar la generación de residuos. Además, esto se alinea con una postura cada vez más acentuada de los consumidores al demandar artículos con prácticas ecoamigables. Tal como menciona la consultora Jarvis, al ser más sostenibles, las compañías de tecnología pueden mejorar su reputación, atraer clientes que tienen mayor conciencia de lo ambiental, y obtener ventajas competitivas en el mercado.

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La industria se mueve

Vale la pena mencionar que la industria tecnológica es uno de los sectores que más ha apostado por la implementación de tecnologías limpias, la optimización de recursos y la inversión en energías renovables, entre muchas otras acciones encaminadas a reducir el impacto en el medio ambiente.

De este modo, las tecnológicas no solo han puesto sus capacidades innovadoras en el desarrollo de productos más eficientes, sino que han integrado procedimientos mucho más limpios en múltiples aspectos de la industria.

Google, el gigante de las búsquedas, es un ejemplo de ello. La empresa hoy emplea una plataforma inteligente en carbono para trasladar tareas informáticas no urgentes a momentos y lugares donde las redes locales son más limpias. Junto con sus centros de datos modernos, que son 1,8 veces más eficientes energéticamente que un centro de datos tradicional, están desarrollando una estrategia enfocada en la innovación de los productos y en un ejercicio empresarial más sostenible.

Intel, por su parte, desarrolló el procesador Xeon 6, con la capacidad de consumir menos energía y con un alto rendimiento, ideal para las demandas de los centros de datos actuales. La empresa reportó que, para el 2023, utilizó un 99% de electricidad renovable en todas sus operaciones a nivel mundial.

Amazon, a su vez, tiene la meta para 2025 de generar con sus parques eólicos y solares la energía equivalente a la que gastan en un año sus dispositivos Echo, FireTV y Ring. La empresa tiene un fondo de 2.000 millones de dólares para invertir en proyectos enfocados a la sostenibilidad.

Apple diseñó el robot Daisy, capaz de desarmar 36 modelos diferentes de iPhone y clasificar los materiales para su reutilización o reciclaje. Sus productos nuevos tienen un 24% de materiales reciclados o provenientes de fuentes renovables.

En el caso de Microsoft, la compañía reutilizó y recicló el 90,9% de sus servidores y componentes en 2024; para 2025, el objetivo es generar cero residuos. Además, la estrategia de la empresa está enfocada en lograr para 2030 cero emisiones de carbono en sus procesos. 

Samsung está eliminando todos los plásticos en los empaques de sus teléfonos y redujo el consumo de energía en el modo espera de todos los cargadores, lo que significa que el gasto es muy bajo aun si el cargador continúa conectado a la toma eléctrica pero sin ningún dispositivo.

Desafíos que se vuelven innovación

Los desafíos que enfrenta la industria tecnológica en materia de sostenibilidad son también hoy el motor que impulsa su innovación y crecimiento. Se calcula que el mercado de tecnologías verdes o sostenibles alcanzará los 12 billones de dólares para el 2030, mientras que la transición hacia energías bajas en carbón ya ha superado inversiones por más de 1,8 billones.

De igual manera, la consultora Boston Consulting Group revela que, para el 2030, la transición hacia una economía circular tiene el potencial de generar un crecimiento del producto interno bruto en aproximadamente 4,5 billones de dólares. Estos números, dicen los expertos, se reflejarán en la disminución de costos y riesgos, la mejora de eficiencias operacionales, así como la apertura de nuevos horizontes en temas de innovación, creación de valor a largo plazo, mientras se reduce el impacto ambiental.

Sin embargo, para que esto siga su curso promisorio, las mismas compañías deben entender que no bastan las ideas, sino que debe haber un esfuerzo tangible con el fin de que los proyectos sostenibles se hagan realidad. Tal como menciona el Forbes Business Council, los líderes empresariales juegan un papel esencial en alinear las estrategias de negocio, la tecnología y la sostenibilidad con el fin de aprovechar las sinergias para mover los negocios hacia adelante: “No solo se deben reducir las emisiones asociadas a la tecnología, sino también entender el poder de la misma tecnología para acelerar el cambio a lo largo de toda la organización”.

En este sentido, dice la misma organización, los empresarios necesitan primero educar a sus equipos para que entiendan cómo las prácticas sostenibles pueden beneficiar el negocio. Así mismo, el siguiente paso sería evaluar qué acciones pueden llevarse a cabo para, posteriormente, integrarlo en todos los procesos y que esto redunde en una directa mitigación del impacto ambiental.

Podemos decir que la sostenibilidad no es solo un tema ambiental, sino una decisión a largo plazo para la viabilidad del negocio. Al desarrollar productos y procesos más sostenibles, las empresas tecnológicas pueden ganar en términos económicos, en poder de marca, en compromiso social y en reputación. Sin duda, las decisiones que se toman hoy aseguran el futuro de los recursos y la economía para las próximas generaciones.

Por: Juan Casal, director de Telco & Empresas Digitales de Latam en Intel

Foto: Katie White en Pixabay.

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