¿Coquetear susurrado al oído? Escoge bien el lado para hacerlo

Laura Sánchez

, CIENCIA

Un estudio, realizado por un grupo de científicos del Instituto Federal Suizo de Tecnología de Lausana (EPFL), reveló que si quieres coquetear a alguien susurrando a su oído, existe un lado que funciona mejor que el otro.

En la investigación analizaron la actividad cerebral de un grupo de personas, mientras recibían una serie de mensajes al oído.

Como resultado, evidenciaron que la respuesta del cerebro es mucho mayor cuando reciben mensajes alegres en el oído izquierdo.

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Más sobre el estudio

  • Curiosamente, en el estudio también lograron evidenciar que cuando se decía mensajes negativos, con un tono neutro, negativo o asustado, en el oído izquierdo, no pasaba lo mismo que con las vocalizaciones positivas.
  • Los resultados del estudio muestran que a la hora de coquetear, al parecer, es mejor hacerlo por el oído izquierdo. Para lo demás, el lado que elijamos es indiferente.
  • Al momento de susurrar cosas positivas, se observó que en todos los casos se activaron los dos lados de la corteza cerebral, pero que la actividad neurológica fue mucho mayor cuando las vocalizaciones se recibían en el oído izquierdo.
  • Estudios previos han demostrado que el oído izquierdo tiene una mejor capacidad para identificar emociones en la voz. Así mismo, investigaciones han evidenciado que las personas se excitan más rápidamente cuando escuchan un mensaje, cuya voz llega de atrás.
  • Sin embargo, curiosamente, un estudio publicado en 2009 resultó mostrando todo lo contrario. En una investigación, realizada en una discoteca, los científicos descubrieron que había más tendencia a seguir interactuando si se realizaba por el oído derecho.
  • El estudio de 2009 fue analizado, únicamente, con las interacciones de las personas. Mientras que la investigación más actual, no solo investigó las reacciones externas, sino también analizó la respuesta cerebral.
  • La investigación actual fue realizada en un pequeño grupo de personas.

Foto: Manuel Torres Garcia, vía Unsplash

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