Para nadie es un secreto que hoy los datos en las organizaciones son su mayor capital. Sin embargo, algunas compañías no tienen cuidado en su manejo y los administran mal, tanto así que permanecen ocultos e inaccesibles para quienes los necesitan.
Una buena gestión de datos en las empresas reduce costos operacionales, genera ganancias y mejora la experiencia del cliente. Conversamos con Alexis Zlocowski, vicepresidente de México y Colombia en Teradata, para saber cómo las empresas en la industria se transforman en el uso inteligente de sus datos. En su opinión, en todos los sectores el comportamiento de los clientes ha cambiado y su función es ayudar a sus clientes a convertirse en “empresas del futuro”.
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Apuesta por el uso inteligente de datos en las empresas
FOLOU: ¿Qué tan conscientes son hoy las empresas colombianas del aprovechamiento de sus datos?
Alexis Zlocowski: Hay conciencia generalizada principalmente en la alta gerencia. La mayoría de las compañías con las que conversamos tienen proyectos de plataformas de datos como facilitador de aplicaciones críticas para el negocio y de analítica avanzada. Estamos ayudando a la mayoría de nuestros clientes a evolucionar sus ambientes actuales y eso a veces es más complejo que comenzar de cero.
FOLOU: ¿En qué niveles de empresas se ven más inversiones al respecto?
Alexis Zlocowski: En el ámbito privado, principalmente las empresas que desarrollan negocios en el segmento B to C, sin importar la industria. En el ámbito público, los organismos gubernamentales que trabajan orientados a la prestación de servicios al ciudadano o que cuidan de las áreas impositivas.
FOLOU: ¿En qué momento de una empresa se debe pensar en tener una solución de manejo de la data avanzado?
Alexis Zlocowski: Ayer…. Los datos nos permiten conocer el pasado y presente, para anticipar y crear el futuro.
FOLOU: ¿Qué recomendaciones hay para aquellas empresas que hoy quieren sacarle mayor provecho a su información?
Alexis Zlocowski: Comenzar con el armado de un caso de negocio alineado con sus objetivos estratégicos, no dejarse llevar por el síndrome de objeto brillante, pedir referencias y no tratar de reinventar la rueda.
Imagen: Marília Castelli Unsplash